miércoles, 25 de febrero de 2009

Tengo congojas que no se dejan sosegar y una avidez que ni tiene precepto al asecho.¿Con qué evitarlo?
Si con el sólo hecho de verte me nace esta excitante ilusión que me hace perder la cordura y la convicción de sed que llega de saciar de tu cuerpo y de tus labios su afabilidad…
Y decirte en aquel momento cuánto te quiero y cuánto te amo en realidad, porque he de hay la verdad y la arrogancia y la apacibilidad del alma también de quien ama…
Porque amor es:
Dar sin esperar nada,animo en la murria,y dar la vida y dotar alegría, es gozar lo idílico,sin contar los días ni las mías.

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