viernes, 25 de marzo de 2011


No necesitás vestirte mejor que los demás,
ni tener el corte de pelo distinto.
No necesitás tener las mejores notas,
ni saber escribir y hablar como un diccionario.
No necesitás bailar a la perfección,
tampoco cantar, en realidad.
No necesitás tener toda la plata del mundo,
ni las cosas más lujosas.
No necesitás ser el más lindo de la ciudad,
ni que todas las chicas mueran de amor por vos.
No necesitás tener el mejor cuerpo,
ni ir al gimnasio todos los días, religiosamente.
No necesitás ser genial, ni el más simpático,
ni el más inteligente, ni el que se acerca más a la perfección.

Necesitás ser vos, para ser parte de mí.
Y, por suerte, ya lo sos.
Date cuenta de que estoy acá, dame la mano. ¿Por qué parecemos extraños, si nuestro amor es tan fuerte? ¿Por qué seguís adelante, sin mí? Cada vez que intento volar me caigo, sin mis alas. Me siento tan pequeña; creo que te necesito, mi amor, y cada vez que te veo en mis sueños, veo tu cara, me persigue. Supongo que te necesito. Quiero creer que estás acá, es la única manera en que puedo ver bien. ¿Qué es lo que hice? Parece que vos seguís adelante tan facilmente... Hice que lloviera, pero por favor, perdonameMi debilidad te causó dolor, y esta canción es mi forma de pedirte perdón. En las noches ruego que tu rostro pronto se consuma. Cada vez que intento volar me caigo, sin mis alas
Me siento tan pequeña; creo que te necesito, mi amor, y cada vez que te veo en mis sueños, veo tu cara, me persigue. Creo que te necesito, después de todo..
Si no hay algo que decir, es mejor no decir nada



martes, 1 de marzo de 2011

Ella lo amaba, él jugaba...
Ella se cansó, él se enamoró.


Siempre 
hay algo 
bueno e
q creer.
Y todo llega a su fín. Pensé que jamás iba a terminar esta hermosa historia de amor, pero me equivoqué.
Es tan raro ya no tenerte a mi lado y hablarte como siempre... Me acostumbre a vos, me acostumbre a despertarte todas las mañanas, a preguntar como iba todo, me acostumbre a amarte y ahora no sé que hacer; me siento rara sin vos.

Cuando las palabras no bastan. Porque dentro quema algo que no se puede decir. Que no se consigue decir. Cuando quien tienes delante, en lugar de darte la respuesta que querrías, dice otra cosa. Dice más, dice demasiado. Ese demasiado que es nada, que no sirve para nada. Y que hace el doble de daño. Y el único deseo es devolver ese dolor. Hacer daño…


Yo cuando deje de existir, 
quiero anclarme en aquello 
que me hizo sentir viva.
Me desacostumbré a tu ausencia.
Me desacostumbré a tenerte lejos de mí. 
Me llenaste de mimos y caricias, de abrazos y nubes de algodón.
 Te desapareciste como un grito al viento, con el mismo grito que clamé tu nombre al cielo, que resonaba en el desierto.
Te busco y no te encuentro, solo en mi pensamiento te veo. 
En tus brazos estaba y me descobijaste.
Ahora, me siento a esperar que regreses por mí.
Sé que lo harás porque lo prometiste, y mi padre me enseñó que un contrato no se puede cancelar.
Te aseguro que te voy a aguardar.
Nunca te dije que en tu sonrisa resplandece el sol.
Nunca te dije que desde tus ojos veo el universo, que es mi universo.
Nunca te dije que tus manos me elevan hasta el cielo.
Nunca te dije que tu voz es la música de mi verano.
Nunca te dije que tu alma es el aire que me falta.
Nunca te dije que sin ti no voy a seguir.
Nunca te dije que sin ti todo es gris.
 
 
Te repito que te amo más que a nada.
Pero sobre todo, te repito que 
sos todo para mí.
Y ahora todo es mejor, la lluvia de asteroides ya pasó, no fue para tanto y desde aquí todo es insignificante, nada es tan preocupante y el espacio es un lugar tan vacío sin tí...
No volverás a ver la mirada triste de la chica que observaba el infinito...